La Semana Mundial de la Lactancia Materna celebrada desde el 1 al 7 de Agosto ha traído consigo amistades y alianzas en pro de favorecer este acto natural y vital para el desarrollo psicofísico de niños y niñas; y un aporte fundamental a la tan añorada paz en nuestro país.
El ciclo inicia con una película de Gilles Maistre (Francia, 2007): EL PRIMER GRITO. Documental que nos traslada a los cinco continentes a través de 10 historias de mujeres que se preparan dentro de cada cultura para recibir a sus bebés. Una confrontación que nos invita a revisar la forma en que llegan nuestros niños y niñas a este mundo.
Sin duda, en este mes donde se proclama la Lactancia Materna como un valor vital nutricional y afectivo del ser humano. La cual, según las estadísticas compartidas por la Secretaria de Salud de Bucaramanga el pasado 2 de agosto son preocupantes dado la poca apropiación de la información por parte de mujeres y hombres, que a nuestro parecer envueltos en la cultura del consumismo, el conductismo, la industrialización y el egocentrismo psicológico prefieren optar por lo artificial.
Ahora bien, la lactancia frágil por estos aspectos también se fractura dado la cultura, educación y percepción generalizada de aspectos sexuales femeninos como la menstruación, el parto y por ende, la lactancia; como desagradables y displacenteros. Esta antesala, y apuntando al tratado de este film EL PRIMER GRITO donde niños y niñas llegan al mundo de forma violenta y deshumanizada no podría dar como resultado vinculaciones sanas y seguras = lactancia feliz y prolongada (+6 meses)
Bien lo expuso el Doctor Michel Odent: Para cambiar el mundo hay que cambiar la manera de nacer.
La invitación es extendida a todos ustedes que nos siguen a través de este blog. Un saludo afectuoso de los miembros y colaboradores de nuestra FUNDACION CAMINO CLARO.
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