Celebrar el Nacimiento es celebrar la oportunidad que nos da la vida para re encontrarnos y vincularnos, es una oportunidad diaria que debe mostrarnos el camino del bien estar; un camino que no debiera producir agonía , sozobra, angustia o tristeza...
Sin embargo, por estos días las calles se encuentran llenas de gentes, ruido, aglomeración, afanes, incertidumbre, agonia. Muchos sin dinero suficiente se entristecen por la dificultad para comprar un regalo, no tener un equipo de sonido, estrenar una prenda de vestir... en especial para estas fechas decembrinas.
El nacimiento debe recordarnos el disfrute de la intimidad y en ella sobre todas las cosas, la libre expresión de los sentimientos hacia los que amamos y nos rodean.
Pero es precisamente ese miedo a la intimidad que nos aleja de ella sustituyendola por la compra compulsiva e innecesaria de objetos materiales y ruido, entre otras maniobras inconscientes en las que "envolvemos" a nuestros niños y niñas.
El nacimiento es ese momento de la sexualidad que produce vida, calor, apego y vinculos. Donde no hay artilugio alguno que sustituya la piel, el olor y el calor del otro que en principio es la madre y su teta, y que progresivamente abre los espacios afectivos para todos los miembros de la tribu / la familia.
El llamado de la navidad: la celebración del nacimiento de Jesús en el marco de la Fiesta Católica es precisamente el llamado de la Vinculación Afectiva no de la compra compulsiva.
Es el llamado a partos humanizados y nacimientos dignos donde las necesidades de intimidad, cuidado, apego sean respetadas pues son estos niñas y niños CUIDADOS en sus DERECHOS los que transforman el mundo en que vivimos.
Que viva entonces el nacimiento que da paso a la Vida!
Que viva entonces el nacimiento que da paso a un camino más claro para todos y todas!
Hoy Lunes 19 de diciembre desde éste nuestro espacio virtual y desde la U 107.7 F.M. un saludo afectuoso para todos ustedes del Equipo de la Fundación Camino Claro que tambien abre sus puertas a Ranieli Leticia Goelzer quien arriba a nuestra Casa Gestora desde Veracruz de Ignacio de la Llave - Brazil gracia a AIESEC.
Hermosa reflexión.
ResponderEliminarTe imaginas como sería el parto de María, que bonito fuera que se contara la historia completa. María en la inntimidad de un acojedor pesebre, calientito, íntimo, y solo en la compañía de José (aunque no descartemos la presencia de otra mujer como partera, según las costumbres de la época). De seguro que ella misma recibió a Jesus, y lo tuvo en su pecho observándola con sus ojos hermosos. Jesús reptando al pecho inundados de un delicisoso coctail hormonal. Si esta historia (claro que solo existe en mi imaginación) fuera contada seguro que el empoderamiento de la muejer y el nacimiento fueran otro.